lágrimas negras

lágrimas negras son las que se vertieron en, mínimo, tres puntos del planeta: las primeras, sobre la cancha, cuando arabia saudita, después de remontar un partido que en el primer tiempo parecía imposible, empató sobre la hora porque un tunecino se inspiró. la segunda, en el país de mahoma, la meca, los pozos de petróleo y los petrodólares. parece que el rey fahd o su sucesor o quién quiera que domine el harén más grande de la tierra lloró oro negro y automáticamente sus colaboradores reunieron tres barriles de crudo. pero las lágrimas más sonoras se producieron en maranello, cuando lucas de montemezolo y la cúpula de ferrari se quedó con las ganas de vender 23 ferarris edición limitada porque, también automáticamente, el dueño de arabia decidió no recompensar nada a sus súbditos porque empataron de cagones. el partido, por otra parte, fue entretenido si se quiere, entretenido como puede ser un chicago-platense pero mucho más glamoroso dado el entorno en el que se produce. eso, también, es lo que hace lindos -o no- los partidos de este mundial. un mundial que hasta ahora se está demostrando muy interesante para ver, mucho más entretenido que lo visto desde italia hasta japón-corea.